M3 en el Volcan Tungurahua

Mil disculpas por no haber actualizado el blog desde hace ya tiempo, pero la verdad no ha habido mucho que contar y estado un poco ocupado con M3 y la campaña de Rafael Correa. En fin…

M3 decidió darse un pequeño break para descansar, me hubiera gustado que vayamos todos, pero solamente 2 nos decidimos a ir al Volcán Tungurahua. Fernando y Esteban (yo), además de mi primo Andres.

Así que emprendimos la travesía en carro prestado de mi cuñado Fernando un Jeep Toyota de esos clásicos y de color rojo para variar.

Salimos de Quito un poco tarde ya que teníamos que pasar recogiendo los alimentos, y cosas por el estilo, compramos comida para esta vida y la otra la verdad, y eso si como no sabíamos a donde íbamos decidimos llevar comida fácil de preparar (atunes, leche, panes, más atunes, más panes, etc), ya que por la recomendacion de mi amigo Theofilos Toulkeridis geólogo que me recomendo ir a las Antenas de Baños de Ambato para una mejor observación del Volcán.

Según las instrucciones de Theo hay 2 formas de llegar a las antenas: 1) ir hasta Pelileo y tomar el camino que te lleva al pueblo de (opción más larga y segura de que no hay impedimentos en el paso), y la 2) llegar a Baños de Ambato cruzar el puente de evacuación y subir largo (la más corta).

Para estar seguros de llegar al lugar decidimos tomar la ruta más larga (hasta ese momento no supimos que era la más larga), y subiamos y subiamos en la montaña, pudimos apreciar paisajes hermosos y en momentos una dósis de 4×4, luego de casi 2 horas de recorrido llegamos a las famosas antenas, para nuestra sorpresa un lugar ya casi turístico ya que hay una tienda 24 horas, y que vende desde granadilla, pasando por choclos, hasta trago.

Ya en el lugar empezamos a instalarnos para pasar los 3 días del viaje, y recibimos la bienvenida del volcán con una tremenda explosión que nos asustó ya que no estamos acostumbrados a esto, pudimos ver la emanación de ceniza que es impresionante ver un fenómeno de la naturaleza. El sonido de la explosión es como un cañonazo.

Y empezamos a acampar, Fernando nos comentó que salía por primera vez a este tipo de actividades, mi primo y yo viejos duchos scouts de mil y un batallas armamos nuestro mini campamento, durante todo este tiempo pudimos apreciar algunas emanaciones de ceniza del volcan, la verdad fue algo increíble.

Dadas las condiciones frías del lugar donde estábamos optamos por conseguir madera para hacer una pequeña fogata en la noche, la cual no solo nos sirvió para calentar los alimentos, sino para calentar a otros visitantes al lugar.
La noche pasó totalmente nublada, escuchamos y escuchamos cañonazos del volcán pero no pudimos apreciar los flujos piroclasticos, eran las dos de la mañana y ya estabamos acomodados en la carpa cuando vino una explosión que nos hizo temblar de miedo, salimos presurosos de la carpa para ver algo pero nada.
Ya en la mañana nos levantamos para tomar el desayuno y ohh sorpresa mi querido primo Andrés dejó sus zapatos fuera de la carpa y los amigos de lo ajeno los hicieron andar (se los robaron), me extrañó esta novatada de el pero ya que se podía hacer, ya no habían zapatos.

Nos tocó bajar para Baños de Ambato para comprarle unas cholas (zapatillas) como el las llama, buscamos y buscamos y encontramos, al regreso de las antenas recogímos la mayor cantidad de madera en el jeep para la noche.

Pasamos todo el día descansando , durmiendo, relajándonos, durmiendo, y de vez encuando el volcán con más cañonazos.
Llegó la noche nuevamente, esta vez ya estabamos preparados con abundante madera, algunas botellitas de zhumir para la noche, calentamos la comida y a esperar que esta noche podríamos ver el espectáculo del volcán, pero saben que pasó…. nada otra noche nublada completamente, no pudimos ver nada de nada.

Ya medio happies y cansandos de tanta espera fuimos a dormir, esta vez si se guardaron las cholas de mi primo, para el último día.

Nuevamente al desayuno, desarmamos el campamento lo más pronto que pudimos, y bajamos para Baños de Ambato, queríamos ver un poco más de cerca lo que había pasado con el volcán, así que empezamos a subir al mismo, llegamos al punto en donde la carretera desapareció en una explosión anterior, luego regresamos para Pelileo y decidimos ir para Bilbao, un poco largo el camino pero hay que resaltar que la vía estaba en muy buenas condiciones.

Llegamos a un lugar frente a frente al volcán pudimos ver los destrozos que causó en la zona y justo en ese momento hubo una explosión que nos hizo correr, subimos al jeep y nos marchamos, es triste pensar que muchas personas vivan en la zona atemorizadas y que tengan que salir a media noche corriendo para salvar sus vidas.
Espero que el volcán se duerma, y que la gente de la zona pueda regresar a su vida normal.

Regresamos a Quito, sanos y salvos, sin ninguna novedad, deje a todos en sus casa y baje a casa de mi noviecita para recibir sus mimos, jejeje.

Esperemos que el próximo año todo el equipo de M3 se anime ha realizar el magical mistery tour.